gato

domingo, 5 de octubre de 2014

CONSEJO DE OTOÑO PARA TU GATO.

Con la llegada del otoño y el cambio de estación debemos tener especial cuidado con nuestras mascotas. Se acerca una época de cambios tanto en la temperatura, como en la humedad y las horas de luz, que serán más escasas. El otoño es una época del año en la que nuestras mascotas se sentirán más cómodas, ya que en verano el calor provoca en muchas ocasiones pérdida de apetito, cansancio y sensación de agobio, pero es un período en el que debemos prestarles especial atención y seguir unas pautas y recomendaciones (que variarán según la mascota que tengáis) para evitar la aparición de enfermedades o problemas médicos. A continuación enumeraremos las más habituales en los gatos.


En esta época se realiza la muda del pelo. Los animales cambian el pelo de verano por el de invierno, este pelaje es más denso y grueso y protegerá mejor a nuestra mascota de las inclemencias del tiempo de los próximos meses. Se recomienda un cuidado exhaustivo del pelo en esta época mediante un aumento de la frecuencia de cepillado, de esta manera mantendremos su higiene y en el caso de los felinos evitaremos el problema derivado de las bolas de pelo que puede cursar con vómitos y estreñimiento. Durante la muda de pelo los procesos dérmicos que puedan sufrir nuestras mascotas pueden exacerbarse, uno de los problemas más comunes es la sequedad de la piel que provoca seborrea y descamación, por este motivo debemos controlar que la muda se realice con total normalidad y si detectamos cualquier anomalía consultarlo con un profesional.

Al bajar las temperaturas y ser frecuentes las precipitaciones los animales buscan refugios cálidos, es por este motivo muchos gatos, pueden encontrar refugio en el motor o los bajos de los coches. Así que, antes de encender el motor de tu coche, revísalo para no tener una sorpresa desagradable.

Los cambios de temperatura provocan una especial predisposición a sufrir procesos respiratorios, los más habituales son la traqueo-bronquitis infecciosa, la rinotraqueítis, el síndrome respiratorio felino, la bronquitis, el asma o las neumonías. Así pues, evita que tu gato coja frío y sobretodo las corrientes de aire (si se moja o tiene el pelaje húmedo, sécalo completamente con una toalla o secador).

El frío y la humedad también exacerban las alteraciones locomotoras sobretodo en los animales geriátricos que padecen de artritis y artrosis. Observa a tu gato y examina su forma de andar, si muestra dolor, cojera o detectas algún cambio de comportamiento, no dudes en acudir a tu veterinario.

Además después de la primavera y el verano que realizamos muchas actividades al aire libre con nuestra mascota, cuando llega el otoño, la climatología no acompaña a realizar actividades al aire libre y esta falta de ejercicio puede provocar sobrepeso y conducir a la obesidad. El sobrepeso está contraindicado en cualquier gato y predispone a muchas otras patologías.

Éstas son algunas de las complicaciones más habituales, no olvides que para que tu mascota esté sana y sus defensas reforzadas es muy importante ofrecerle una alimentación completa, equilibrada y de alta calidad, y esto es aún más importante en animales muy jóvenes o en geriátricos.