El embarazo normal de las gatas tiene una duración aproximada de sesenta y tres a sesenta y cuatro días, tras los cuales sobreviene el parto.
Sin embargo, en determinadas ocasiones y con más frecuencia en los birmanos, siameses y balineses, las hembras pueden retrasar la llegada al mundo de sus hijos por diferentes motivos, así como adelantarse de uno a cuatro días en función de condicionantes ambientales, hecho común a todas las razas
Sin embargo, en determinadas ocasiones y con más frecuencia en los birmanos, siameses y balineses, las hembras pueden retrasar la llegada al mundo de sus hijos por diferentes motivos, así como adelantarse de uno a cuatro días en función de condicionantes ambientales, hecho común a todas las razas
Durante esta época, las futuras madres han de recibir cuidados especiales en cuanto al trato cotidiano y también, lógicamente, respecto a la dieta alimenticia, que debe enriquecerse en vitaminas y sales minerales cálcicas y fosfóricas.
Unos días antes de que esperemos el nacimiento de los pequeñuelos, debemos preparar un cajón amplio cuyas paredes tengan una altura no superior a 15 cm y en el que dispongamos algunas tiras de papel de paquetería sobre un forro realizado con láminas del mismo material.
Esta 'paridera' se situará en un rincón tranquilo y recogido, aislado del frío y las corrientes de aire. Durante los quince días anteriores alalumbramiento, algunas hembras parecen sufrir una sed abrasadora. Debe facilitárseles agua fresca o leche descremada, si es que les gusta este alimento.
Unos días antes de que esperemos el nacimiento de los pequeñuelos, debemos preparar un cajón amplio cuyas paredes tengan una altura no superior a 15 cm y en el que dispongamos algunas tiras de papel de paquetería sobre un forro realizado con láminas del mismo material.
Esta 'paridera' se situará en un rincón tranquilo y recogido, aislado del frío y las corrientes de aire. Durante los quince días anteriores alalumbramiento, algunas hembras parecen sufrir una sed abrasadora. Debe facilitárseles agua fresca o leche descremada, si es que les gusta este alimento.
El parto y la lactancia de los gatitos
Por regla general, todas las razas de gatos son absolutamente autosuficientes, y en este particular perodo biológico las hembras, incluso primerizas, se muestran capaces y eficientes limpiando, lamiendo y recibiendo perfectamente a sus hijos, que, por regla general, llegan a un número variable de tres a seis por término medio. Sólo en casos muy especiales o patológicos, habremos de recurrir al auxilio del veterinario para concluir este episodio.
Los pequeñuelos nacen con los ojos cerrados y van abriéndolos a partir de la semana de vida. Maman con avidez, durmiendo frecuentemente durante muchas horas. Es frecuente que gatas incluso muy cariñosas, se muestren feroces y recelosas con sus amos los primeros días después del parto, sin dejar que se aproximen a los recién nacidos.
No debemos nunca intentar aproximarnos contra la voluntad de la madre, contentándonos con atisbar cuidadosamente a los pequeños cuando la gata abandone el cajón para comer, beber o evacuar. Aun las madres más recelosas suelen permitir a sus dueños que se aproximen a la camada, transcurridas cuarenta y ocho horas desde el parto.
Los pequeñuelos nacen con los ojos cerrados y van abriéndolos a partir de la semana de vida. Maman con avidez, durmiendo frecuentemente durante muchas horas. Es frecuente que gatas incluso muy cariñosas, se muestren feroces y recelosas con sus amos los primeros días después del parto, sin dejar que se aproximen a los recién nacidos.
No debemos nunca intentar aproximarnos contra la voluntad de la madre, contentándonos con atisbar cuidadosamente a los pequeños cuando la gata abandone el cajón para comer, beber o evacuar. Aun las madres más recelosas suelen permitir a sus dueños que se aproximen a la camada, transcurridas cuarenta y ocho horas desde el parto.
La lactancia suele prolongarse durante un mes o algo más, pero a partir de las tres semanas iremos ofreciendo a los cautivadores cachorros diferentes alimentos blandos (leche maternizada, maicenas muy claras, etc.) en una cucharita de madera que acercaremos a su naricilla hasta tocarla.
Si los gatitos comienzan a interesarse por el alimento que les ofrecemos, el destete se producirá pronto y sin problemas. Durante este periodo, la madre habrá de recibir una alimentación muy completa, energética y equilibrada, pobre en grasas, pero enriquecida en proteínas, vitaminas y sales minerales.
Las camadas numerosas, superiores a ocho crías, tienen pocas probabilidades de medrar homogéneamente y será necesario ayudar a la madre amamantando artificialmente a varios gatitos, lo que es bastante dificultoso, sacrificado y no siempre factible.