Gracias a las almohadillas que presenta en las patas, el gato puede moverse silenciosa y sigilosamente. Sus garras son retráctiles y pueden extenderse mas allá de sus almohadillas o volver a desaparecer mediante una simple contracción de ciertos músculos.
Las almohadillas de los miembros del gato son extremadamente sensibles y son utilizadas para investigar la textura, tamaño y forma de los objetos desconocidos.
El gato extiende una pata para tocar el objeto, al principio, suavemente, luego con más firmeza y luego usa el hocico para inspeccionar con más detalle.
La sensibilidad de las almohadillas de las patas del gato puede ser la razón por la cual a muchos gatos les molesta tanto que se los acaricie, ya que se sobre estimulan.
Aunque el gato no suda (tal y como nosotros lo entendemos), poseen glándulas sudoríparas en zonas concretas (almohadillas de las patas y áreas genitales) que intervienen en el olor sexual y en el marcaje de sus zonas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario